Colección: La Cordillera Ilustrada

La cordillera siempre ha estado ahí, inmensa, acompañándonos en cada rincón de Chile.
Pero para muchos, sobre todo para los niños, entenderla no es tan fácil.

De ahí nace este proyecto: de la necesidad de acercar la cordillera a través del color, del trazo y de la ilustración.
Quise que mis hijos —y todos los niños— pudieran leerla, reconocerla y entretenerse aprendiendo.

Con el tiempo descubrí que no solo ellos se conectaban. Los adultos también encontraron en estas obras un arte para contemplar, detenerse y volver a mirar. Porque cada cuadro guarda detalles y texturas que revelan lo diverso de la cordillera: sus formas, colores, paisajes y la vida que brota en torno a ella.

Estos cuadros son un puente entre generaciones: invitan a los niños a soñar y a los adultos a reconectar.
Son una inspiración, un recordatorio de que la cordillera no es un telón de fondo: es cultura, identidad y memoria.

Y algo más profundo: cuando conocemos lo que nos rodea, aprendemos a cuidarlo.
Que cada mirada a estas ilustraciones despierte conciencia y nos recuerde que la cordillera de los Andes no solo forma nuestro paisaje, también forma parte de quienes somos.